lunes, 9 de diciembre de 2013

Pornofilia: desde Israel hasta Argentina

Israel se despide de la 27 edición de la Feria Internacional del Libro y se da la bienvenida a Argentina como país invitado de honor para el 2014, con el tema "El lugar de Latinoamérica en el mundo". Entre las distintas actividades de la FIL en sus últimos días, Amos Oz ofreció una entrevista virtual el miércoles 4 de diciembre en el salón 1. Sus hijos Galia y Daniel estuvieron en representación del célebre escritor israelí. En la entrevista, realizada por José Gordon, el autor de No digas noche habló sobre las constantes opiniones controvertidas en relación a Israel y de cómo este debate debe continuarse planteando con palabras y no con violencia. Explicó lo difícil que ha sido recuperar el lenguaje de su tierra y escribir en hebrero, una lengua a la que calificó de "casi inexistente durante 17 siglos, casi tan muerta como el latín o el griego".

El jueves 05 de diciembre, se entregó el reconocimiento Doctor Honoris Causa a Fernando del Paso quien, junto con Carlos Payan y González Gortázar, se sumaron al gran grupo de predilectos de la Universidad de Guadalajara. Del Paso pronunció: "casi no puedo decir esta palabra, patria, sin sentir cierto rubor y zozobra. Es muy fácil caer en la cursilería y en la demagogia cuando se la tiene en los labios. Pero, en algunas de las ocasiones, ésta no se puede sustituir con ninguna otra. La patria es impecable y dinamita pero los que la gobiernan, no suelen serlo". Este mismo día se presentó el actor Diego Luna, dramatizando algunos textos del escritor israelí Etgar Keret, quien estuvo presente entre los más de 400 asistentes al salón Juan Rulfo, en el cual se conmemoró por petición de la directora de la FIL, Marisol Schulz, al recién fallecido Nelson Mandela. La interpretación de Luna estuvo acompañada de proyecciones y sonidos. Al término de la velada Keret y Diego narraron en unisono una estrofa del cuento Pez dorado en dos idiomas, el hebreo y el español.

El viernes 06 la ex estrella porno Sasha Grey presentó su libro La sociedad Juliette, después de haber cancelado su asistencia que se tenía programada el día anterior. Cientos de fans de la estadounidense ganadora del AVN Female Performer of the Year (premio a la actuación del año en una película pornográfica), se dieron cita 3 horas antes del evento en el salón Enrique González Martínez.


Sin duda, éste fue uno de las actividades de FIL que más inquietó al público tapatío, el cual saturó el salón ubicado en el Área Internacional. Periodistas, lectores de ambos sexos y de todas edades, y uno que otro pervertido, aguardaron la aparición de la ex actriz.


El público esperaba atento la aparición de Sasha por la puerta lateral derecha, acordonada y vigilada por 8 elementos de la seguridad privada del lugar. Los ánimos se caldeaban en la sala y los encargados de la logística pedían a los asistentes bajarse de las sillas. Los suspiros de los asistentes creaban una atmósfera tensa, como la de un grupo de adolescentes a punto de ver su primera película XXX.


A cargo de la presentación estuvo Julio Patán, quien entrevistó en español a la californiana en su nueva faceta de escritora. Patán, cuestionó a la autora sobre algunos temas de "gran profundidad filosófica" en su obra, como son: la soledad, la violencia y el poder, además de las influencias de cineastas como Luis Buñuel, Stanley Kubrick y Jean Luc Godard; preguntas a la cuales ella respondía en inglés frases como: "no lo sé", "no había pensado en eso"...



Al término de la entrevista de 25 minutos, la autora fue incitada por el público a leer un fragmento de la novela. Las exclamaciones rompieron el silencio en coro cuando se le escuchó decir la primera oración de su texto: Can you see my ass in the mirror?



Se dice que al final de la presentación hubo uno que otro grito del tipo: ¡chichis pa' la banda! Posterior a esto, asistió al stand de firmas para regalar autógrafos a sus fans quienes la esperaban desde varias horas antes. El sábado 07 se presentó el libro Gris de lluvia de la escritora jalisciense Silvia Quezada. Esta re edición de su libro de cuentos inauguró el sello editorial Letra Uno. Estuvieron presentes en la presentación Mónica Márquez, Jorge Hernández y la autora. Por la noche, la agrupación electrónica Infected Mushroom ofreción un gran concierto lleno de colores y ritmos.


Terminó una edición más de la Feria Internacional del Libro de Guadalajara. Terminó la estadía del país de Israel que generó tantas acciones de seguridad y protestas. Esperaremos ansiosos la presencia de Argentina el próximo año.


Módulo de protesta ubicado en la esquina de Mariano Otero y Ave. Las Rosas.






jueves, 5 de diciembre de 2013

Anticristo Vallejo

Han terminado los tres días de FIL que dedican sus mañanas al trabajo editorial y otras actividades académicas a las cuales no se permite el acceso al público en general. El día lunes Elena Poniatowska presentó su libro El universo o nada, libro biográfico de quien fuera esposo de la escritora, el astrónomo Guillermo Haro. Esa misma tarde el poeta francés Bonnefoy estuvo rodeado de "mil jóvenes" preparatorianos con quienes compartió experiencias sobre su proceso crativo y sus primeros pasos en su incursión a la poesía. Esta actividad fue coordinada por Hugo Gutiérrez Vega, colega y gran amigo del autor de La pluie d'été. Aquí algunas de las máximas que compartió con el público:
"No habría que ceder ante la tentación de emplear la poesía como si fuera psicología o política. La función de la poesía es designar las cosas para establecer una presencia plena entre nosotros. De esta manera la palabra se vuelve nombre propio, no para describir las cosas, sino para mostrárnosla en su verdad".

David Grossman también habló, en otra conferencia, de su proceso creador y de la situación de Israel: "En sociedades atrapadas, el arte crea posibilidades de movimiento y cambio". Comentó que uno de los peores obstaculos para la sociedad israelita es "el miedo de una sociedad traumatizada por su historia".

El martes 03 de diciembre se  presentaron los manuscritos de Einstein por parte del profesor Hanoch Gutfreund; 46 hojas escritas con puño y letra en donde se plasma la teoría de la relatividad. Además, se muestran algunas de las cartas de la corespondencia que mantuvieron el físico alemán y el pintor mexicano Diego Rivera. Estos documentos se encuentran exhibidos en el pabellón de Israel. Este mismo día, la doctora Agnes Heller pronunció una conferencia magistral entorno a Karl Marx en el el marco del XXVII Encuentro Internacional de Ciencias Sociales, en la cual mencionó: "Marx no abandonó la filosofía, abandonó el lenguaje de la filosofía para crear un nuevo lenguaje que llevó a nuevos paradigmas al economista y al socialista; al filósofo no porque nunca le interesó la vida política". 

Por último, el día miércoles 04 se presentó Fernando Vallejo, premio FIL 2011, en el salón Juan Rulfo. Se plantó en medio del podium, cerró los ojos, metió sus manos a los bolsillos y comenzó una plétora de palabras en forma de monólogo en contra del cristianismo y comenzó así:

"Muchachos, Dios no existe, ese es un cuento inventado por gente poderosa que quiere controlarnos y decir lo que nosotros podemos o no hacer".


Aquí les comparto algunas de las frases que incendiaron el salón 1 de la Expo Guadalajara durante 40 minutos ininterrumpidos por parte del escritor Colombiano, autor de La puta de Babilonia:


"Dicen que Dios es un Dios de amor... Pero no hay que olvidar que Dios es también quien permite la muerte, los desastres... imaginenese qué nos haría si no fuera un Dios de amor".

"¿Jesús era bueno? Por sus frutos lo conocereis dice la biblia. Nosostros somos sus frutos, saquen conclusiones. Jesús era un loco rabioso".

"La navidad... el ritual monstruoso de los seres humanos en dónde sacrifican millones de pavos inocentes, para gozo del niño dios".

"Todas las religiones tienen un solo dios menos los cristianos. Ellos tienen tres, no son una religión monoteísta como dicen... ellos tienen la divina trinidad, como en los detergentes 3 en 1".

"Antes del año 100 no existía la palabra Cristo, ni cristiano. No, en ningún libro, escrito, pergamino o narración de algún historiador de la época. El cristianismo es una invención".

"Constantino fue un genocida que en el año 300 eliminó todos los cultos y distintas creencias que no fueran el cristianismo, de ahí que se instituyera como única religión permitida en el dominio romano".

"Jesús era un loco rabioso que detestaba los animales. En la biblia no encuentras una sola referencia de la compasión de Jesús hacia los animales. Él sólo se dedico a poseer cerdos y a comerlos".

"La iglesia nunca ha querido a los animales y todos sus insultos utilizan los nombres de ellos: vívoras, cerdos, canellos".

"El cristianismo y el islamismo son las dos peores plagas de la humanidad".

"Todos los evangelios son apocrifos, la verdad es que no sabemos quién los escribió, dónde, ni cuando".

"El santoral está lleno de reprimidos y asesinos".

"A San Juan Pablo segundo no lo recen porque está en el infierno, es un condenado y los condenados no hacen milagros".

"Desde que inició el pontificado de Juan Pablo la población aumentó en 2,200,000 personas, lo que le tomó al mundo una decena de siglos a él le tomó 26 años y todo por predicar en contra del preservativo... incluso lo hizo en Africa, epicentro epidemiológico del sida".

"San Francisco era un hippie marihuano que le habla al sol y a la luna de hermanos. Fue un joven licencioso que un día regaló todo y se dedicó a dios. Regaló todo porque nada era suyo, todo se lo dio su papá. A él nada le costó con su sudor de la frente".

"Juan Pablo segundo fue protector de pederastas y de ampones financieros".

"Las copias más viejas del nuevo testamento son de papiros del año 200 y todos se contradicen".

"Los hombres no tenemos derecho a matar animales ni a comernoslos. Estamos emparentados con ellos de la misma forma en que estamos emparetados con nuestros padres y hermanos".

"No se reproduzacan, no traigan humanos al horror de la vida. No cometan el mismo error que cometieron sus padres".

"A la humanidad se le ha olvidado promulgar el derecho esencial de la vida: El derecho a no nacer".

"Al papa actual (Bergoglio) le pedí en Argentina tener un debate público y él se negó porque sabe que yo lo haría papilla, a él y a su religión".

"Venimos de la materia y vamos a la nada y al olvido".

"El sexo es inocente, la infamia es la reproducción".

domingo, 1 de diciembre de 2013

¿Otra vez Vargas Llosa? FIL 2013

Este fin de semana inició una de las más grandes fiestas de las Letras, la FIL en su edición 27, galardonando a uno de los poetas más influyentes de la literatura francesa contemporánea: Yves Bonnefoy. Atrás quedaron los fantasmas de la anterior edición del Premio de Literatura en Lenguas Romances y el controvertido Bryce Echenique, acusado de plagio y del cual el presidente de la FIL, Raúl Padilla, dijera: "El daño ya se se hizo, fue una vergüenza", haciendo referencia al perjuicio que hicieron Jorge Volpi y compañía al otorgarle este galardón. Ahora en 2013, el jurado dictaminador comandado por Hugo Gutierrez Vega (recientemente reconocido con el Premio Nacional de Ciencias y Artes 2013), decidieron conceder de forma unánime el merecido galardón a este poeta francés.

Pero no todo fue fiesta. En las afueras de las inmediaciones de la Expo Guadalajara hubo un fuerte contingente policial para evitar que las protestas de los movimientos llamados "ContraFIL" y "1DMX" del Colectivo #YoSoy132 GDL, tuvieran eco en los participantes de este evento. Centenares de jóvenes se manifestaron en contra de las políticas de Israel (país invitado de honor) y por las arbitrarias detenciones de algunos simpatizantes de este movimiento, hace un año.

© Aidé Partida

Dentro de la FIL también hubo "acaloramientos". En el salón 3 se presentó el libro Otras voces y otros ecos del 68 en donde participaron Elena Poniatowska (Premio Cervantes 2013), Miguel Ángel Mancera (Jefe de Gobierno del DF), José Narro Robles (Director de la UNAM) y Carlos Payán (compilador del libro), este último quien prendiera fuego entre los asistentes al criticar la cantidad de manifestaciones que ocurren hoy en día en México, las cuales calificó como: "organizadas sin propósitos válidos". Este comentario causó repudio entre los asistentes los cuales chiflaron y murmuraron, incluso, algunos le increparon a gritos. Y qué decir del diálogo entre Shimon Peres (presidente del Estado de Israel y Premio Nobel del la Paz en 1994) y Felipe González (expresidente del gobierno español), el cual comenzó 40 minutos después de lo programado, y en donde se discutieron temas sensibles como el respeto de las identidades en una democracia.

La FIL abrió de nuevo sus puertas el domingo 01 de diciembre con el diálogo entre Mario Vargas Llosa (Premio Nobel de Literatura) y David Grossman (multipremiado escritor israelí), en el auditorio Juan Rulfo. El reconocido escritor peruano, quien presentó horas después su nueva novela "El héroe discreto", fue junto con Juan Cruz un interlocutor más de Grossman. Este último se llevó las ovaciones de la mañana por sus contundentes declaraciones: "los palestinos tienen el derecho de tener su propio Estado independiente, libre y soberano (...), a tener una vida normal, en la que no sean humillados como bloques, que no sientan la carga de la ocupación". El israelí cerró su participación con una lectura en hebreo, de un fragmento de su libro Más allá del tiempo


Otra vez Vargas Llosa. El peruano es por tercer año consecutivo, la estrella del evento, como alguna vez lo fueron Carlos Fuentes y Gabriel García Márquez. Sin embargo, este nuevo protagonista "ya cansó", perdió ángel (si es que alguna vez lo tuvo). Y eso quedó demostrado el día de hoy, donde el gran premio nobel quedó reducido, minúsculo ante Grossman. Lo mismo le sucedió el año anterior, en el 2012, ante Herta Müller (Premio Nobel de Literatura 2009). Y es que a los grandes escritores pareciera que les acompaña una cierta mística, una aura de intriga, de intelectualidad sufriente como ha sido el caso de Grossman en esta ocasión, Müller y Vallejo en 2012, Pamuk en 2011, Lobo Antunes en 2008, entre otros; caso contrario a Vargas Llosa, a quien se le escucha ramplón, con una escueta sencillez que raya en lo ordinario.

Y es que su insistente y repetitivo discurso edípico sobre el gran amor que tuvo a su madre, la gran lectora que fue, y de cómo él comenzó a escribir, suena hueco después de reiterarse tres años de forma consecutiva. Pareciera que al gran escritor (que lo es) se le acaba la imaginación ante las multitudes y sus palabras son parcas, quizá indiferentes. Probablemente sea hora de dejar de reciclar nombres en la FIL, y dar oportunidad a las otras voces contemporáneas del mundo literario, quienes "bien" pudieras apadrinar próximas ediciones. Aunque, ¿qué saben los Padilla sobre el tema de "dar paso a nuevas caras"?

Por otro lado, este mismo fin de semana se inauguró La Otra Fil, una feria alterna y contestataria a la superproducción de la UdeG, la cual intenta atraer la atención de los lectores sobre las editoriales y los autores independientes que no tienen cabida en la Feria Internacional del Libro. Para mayor información consultar: https://www.facebook.com/LaOtraFil.

Por último, entre los pormenores al rededor del inicio de la FIL 2013, algo que vale la pena destacar es el módulo de la editorial Santillana, quienes conmemoran al gran Julio Cortázar y a su gran novela Rayuela. Aquí les comparto algunas de las imágenes.
 



 




miércoles, 20 de noviembre de 2013

Elenita Poniatowska, Premio Cervantes 2013


La escritora Hélène Elizabeth Louise Amélie Paula Dolores Poniatowska Amor (Francia 1932), mexicana por elección, obtuvo en este mes de noviembre el Premio Cervantes 2013, el galardón más prestigiado de la Lengua española. Entre sus notables obras se encuentran: Lilus Kikus (1954), Hasta no verte Jesús mío (1969), La noche de Tlatelolco (1971), Querido Diego te abraza Quiela (1978), La flor de Lis (1988) y Tinísima (1992).


Fotografía: UNAM Virtual

jueves, 3 de octubre de 2013

2do Encuentro de Lectores Letra Uno, 2013

El Grupo Literario Los Solos participando por segundo año con Letra Uno... Nos vemos en el 2do encuentro de lectores ELEE, en donde estarán presentes los escritores: Sara Sefchovich, Fernando del Paso, Óscar de la Borbolla, Carmen Villoro, Silvia Quezada y Juan José Doñán, entre otros. Programa de actividades: http://goo.gl/MWjAfg


martes, 21 de mayo de 2013

Por qué es tan malo Paulo Coelho

Por Héctor Abad Faciolince y tomado de: www.prodavinci.com, el día 21 de mayo de 2013


Traducido a 56 idiomas, publicado en 150 países, con más de 54 millones de libros vendidos, a Paulo Coelho hay que reconocerle al menos una virtud: es una mina de oro para sí mismo y para las editoriales. En su libro de mayor éxito, El alquimista (1988), un pastor de ovejas andaluz viaja hasta las pirámides de Egipto en busca de un tesoro. Antes de llegar a su destino se encuentra con el gran mago que posee los dos pilares de la sabiduría alquímica, es decir, sabe destilar el elíxir de la larga vida y ha fabricado un huevo amarillo, la piedra filosofal, con cuya ralladura se puede convertir en oro cualquier otro metal.
En su viaje hacia las tumbas de los faraones el alquimista le ha revelado al muchacho otro secreto: “Cada hombre sobre la faz de la tierra tiene un tesoro que lo está esperando”. Luego le explica que si no todos encontramos este tesoro personal, es porque “los hombres ya no tienen interés en encontrarlo”. Sospecho que muchos desgraciados se consuelan creyendo semejante ingenuidad. Vista descarnadamente, es sólo una simpleza o una pía ilusión. Sin embargo hay algo que tenemos que conceder, y es que sin duda Paulo Coelho encontró su propio tesoro, en cierto sentido su piedra filosofal: la ralladura sosa y rosa y empalagosa de su prosa se convierte —como por arte de magia— en oro editorial, en millones de copias de consumo masivo de mediocridad. Pero ¿cómo lo hace? ¿Y por qué, siendo un escritor tan rudimentario en el uso del lenguaje, tan pobre en el pensamiento y tan elemental en sus recursos estilísticos, consigue tocar la sensibilidad de tanta gente?
No voy a dar la respuesta más obvia e inmediata, la que todos dan: Si Coelho vende por sí solo más libros que todos los demás escritores brasileños juntos, esto se debe precisamente a que sus libros son tontos y elementales. Si fueran libros profundos, complejos literariamente, con ideas serias y bien elaboradas, el público no los compraría porque las masas tienden a ser incultas y a tener muy mal gusto. Claro que en los millones de ejemplares vendidos hay algo de esto. Pero también existen muchísimos libros tan malos como los de Coelho que no tienen ningún éxito y, al contrario, hay unos cuantos libros excelentes y literariamente impecables que se venden por millones. En vez de tranquilizarnos con respuestas facilistas y tautológicas (el vulgo es vulgar, el mercadeo vende), conviene examinar con cuidado los libros de Coelho y no desdeñarlos de entrada con altivo esnobismo. Me he impuesto el ejercicio de leerlos para tratar de descubrir en qué estrategias temáticas y narrativas podría residir su extraordinario éxito editorial.
La primera respuesta que me di, apenas empezando la lectura de algunos de sus libros, fue que quizá Coelho disfrazaba de misterio y asombro las puras tonterías. Oigan esta, por ejemplo: “Era un día caluroso y el vino, por uno de estos misterios insondables, conseguía refrescar un poco su cuerpo”. De verdad, qué misterio insondable que un líquido quite la sed. Después me di cuenta de que sus técnicas narrativas no se agotan en la simple estupidez; son algo más hábiles y algo menos burdas.
Para empezar, los libros de Coelho explotan hábilmente un universal humano: nuestra fascinación por los poderes de adivinación y conocimiento sobrenaturales. Ya Thomas Hobbes en su clásico Leviatán (1651) señalaba la irresistible atracción (y por lo tanto el fácil engaño) que padecemos los seres humanos ante todo tipo de presagios. Es una tradición muy antigua (una socorridísima mina de oro, una piedra filosofal) explotar esta debilidad de nuestra psicología. Copio el resumen que hace Hobbes de estos engaños, el cual es preciso y exhaustivo, y parece a su vez un resumen de las técnicas de seducción esotérica que Coelho utiliza en sus libros:
“Así se hizo creer a los hombres que encontrarían su fortuna en las respuestas ambiguas y absurdas de los sacerdotes de Delfos, Delos, Ammon y otros famosos oráculos, cuyas respuestas se hacían deliberadamente ambiguas para que fueran adecuadas a las dos posibles eventualidades de un asunto (…). A veces en las frases desprovistas de significado de los locos, a quienes se suponía poseídos por un espíritu divino: a esta posesión se la llamaba entusiasmo, y a estos modos de predecir acontecimientos se les denominaba teomancia o profecía. A veces en el aspecto que presentaban las estrellas en su nacimiento, a lo cual se llamaba horoscopia. A veces en sus propias esperanzas y temores, en lo llamado tumomancia o presagio. A veces en las predicciones de los magos, que pretendían conversar con los muertos, a lo cual se llamaba nigromancia, conjuro y hechicería, y no es otra cosa sino impostura y fraude. A veces en el vuelo casual o en la forma de alimentarse las aves, lo que llamaban augurio. A veces en las entrañas de los animales sacrificados, a lo que llamaban aruspicina. A veces en los sueños; a veces en el graznar de los cuervos o el canto de los pájaros. A veces en las líneas de la cara, a lo que se llamaba metoposcopia; o en las líneas de la mano, palmis­teria; o en las palabras casuales, omina. A veces en monstruos o accidentes desusados, como eclipses, cometas, meteoros raros, temblores de tierra, inundaciones, nacimientos prematuros y cosas semejantes, lo que se llamaba portenta y ostenta, porque parecían predecir o presagiar alguna gran calamidad venidera. A veces en el mero azar, como en el acertijo de cara y cruz, en el juego de elegir versos de Homero y Virgilio, y en otros vanos e innumerables conceptos análogos a los citados. Tan fácil es que los hombres crean en cosas a las cuales han dado crédito otros hombres; con donaire y destreza puede sacarse mucho partido de su miedo e ignorancia”.
Veamos de qué manera, “con donaire y destreza”, Paulo Coelho le saca partido a nuestra credulidad, a nuestras debilidades y a nuestra ignorancia. Me limitaré inicialmente a El alquimista, su obra más leída, pero el mismo procedimiento se puede rastrear en otros libros suyos. El pastor de ovejas andaluz, al principio del cuento, tiene un sueño y va donde una adivina para hacérselo interpretar. Qué deleite; la gitana no sólo le interpreta el sueño (“los sueños son el lenguaje de Dios”) sino que también le lee la mano. Los sueños del protagonista son el leitmotiv del libro, y es a través de ellos como poco a poco se acerca a su tesoro en el periplo Andalucía-Pirámides-Andalucía.
Para que un mago cobre prestigio como persona capaz de predecir el futuro, mucho le conviene obrar el prodigio de adivinar el pasado. Éste es el paso siguiente en el libro de Coelho: un adivino escribe sobre la arena los episidios más significativos del pasado del joven protagonista, incluyendo la primera vez que se hizo la paja. Cabe aclarar que esta íntima revelación se expresa con palabras mucho más recatadas: “Leyó cosas que jamás había contado a nadie, como (…) su primera y solitaria experiencia sexual”.
El tono sapiente (de una sapiencia falsa, pero en fin) y el ambiguo lenguaje oracular se van soltando en pequeñas dosis a lo largo del libro. Les copio algunos ejemplos: “Cuando deseas alguna cosa, todo el Universo conspira para que puedas realizarla”; “La vida quiere que tú vivas tu Leyenda Personal”; “Todo es una sola cosa”; “Existe un lenguaje que va más allá de las palabras”; “Dios escribió en el mundo el camino que cada hombre debe seguir: sólo hay que leer lo que Él escribió para ti”; “Cualquier cosa en la faz de la tierra puede contar la historia de todas las cosas”. Pero además de este tipo de enseñanzas baratas, de seducción infalible a pesar de su pésimo gusto intelectual, el uso de la magia tradicional también va apareciendo capítulo tras capítulo. Así, el protagonista, al promediar el libro, “acompaña con los ojos el movimiento de los pájaros”. Mira las aves: “De repente, un gavilán dio una rápida zambullida en el cielo y atacó al otro. Cuando hizo este movimiento, el muchacho tuvo una súbita visión: un ejército, con las espadas desenvainadas, entraba en el oasis”. Es el clásico augurio, aunque bastante tosco, pues en vez de descifrar el acertijo del vuelo de los pájaros, al pastor le basta verlo para tener visiones.
Hay un ingrediente adicional que hace más eficaz el recurso al pensamiento esotérico. Para volverlo doctrinalmente inofensivo, para despojarlo de todo peligro satánico, Coelho lo combina con dosis adecuadas de cristianismo tradicional: citas de la Biblia, cuadros del Sagrado Corazón de Jesús, rezos del Padrenuestro… El público mayoritario no se siente en pecado porque lee herejías, y el narrador, al tiempo que se hace pasar por alguien dotado de poderes paranormales (capaz incluso de telepatía), deja saber que él es también un buen cristiano, a pesar de sus coqueteos con la magia.
Hasta aquí algunos elementos temáticos que ayudan a entender, en parte, el favor de Coelho entre los lectores. Pero además de lo temático, conviene señalar también algunas estrategias narrativas del autor brasileño. Sus técnicas para ir tejiendo la trama son tan elementales que me recordaron de inmediato el estudio clásico sobre las formas canónicas del cuento infantil. Vladimir Propp, uno de los padres de la narratología, publicó en Leningrado su monumental Morfología del cuento infantil (1928). El principal mérito de este gran trabajo consiste en haber hallado, por encima de los argumentos superficiales de cada cuento, una serie de elementos formales repetitivos. Mirados al microscopio, es posible descubrir que en todos los cuentos de hadas los personajes, por distintos que sean, acometen siempre las mismas acciones, se ven envueltos en situaciones o “motivos” análogos. Como señala Propp, “cambian los nombres de los personajes, pero no sus acciones, o funciones, por lo que se puede concluir que el cuento le atribuye operaciones idénticas a personajes distintos”.
No voy a decir que Coelho leyó a Propp, estudió cuáles son las “funciones” más elementales del relato tradicional descubiertas por el ruso, y con esta receta se dedicó a escribir el oro en polvo de sus novelas. Eso sería muy sofisticado. La cosa es más simple: Coelho usa, intuitivamente y con alguna destreza, las estructuras más primitivas del cuento infantil. Tomen ustedes cualquiera de los libros de Coelho y verán lo fácil que resulta identificar situaciones como las siguientes, señaladas por Propp en su Morfología: “El héroe abandona la casa”; “el héroe es puesto a prueba o interrogado”; “el héroe se pone en contacto con alguien que le dará un don”; “el héroe recibe un objeto mágico”; “el héroe cae en desgracia”; “el héroe se traslada o es llevado al lugar donde está el objeto de su búsqueda”; “el héroe lucha con un antagonista”; “el héroe regresa”; “el antagonista es castigado”; “el héroe se casa y sube al trono (u obtiene grandes riquezas)”.
Es inútil cansarlos con los ejemplos detallados en que las historias de Coelho parecen calcar literalmente estos esquemas elementales. Les puedo asegurar que, al menos en sus primeros libros, el brasileño repite paso a paso las estructuras narrativas reveladas por el gran formalista ruso hace casi un siglo (y éstos sí que son pronósticos: Propp no sólo describió la tradición popular, sino que anticipó las recetas de un gran éxito editorial).
Los libros más recientes de Coelho, por ejemplo el último, Once minutos (2003), son un poco menos rudimentarios que aquellos primeros títulos que lo lanzaron a la fama. En este caso la trama, nutrida por algunos elementos realistas (para esta novela Coelho usó el testimonio de prostitutas existentes), es menos infantil, menos predecible. En todo caso es posible que el inevitable desencanto que viene con los años haya hecho que este último libro de Coelho sea menos ingenuo. Pero el buen gusto estético e intelectual es muy difícil de adquirir, y por lo mismo Once minutos (el cálculo de Coelho de lo que dura un coito), aunque menos esquemático, es un libro incluso más cursi que los anteriores. No quiero afirmar nada que no pueda demostrar con citas textuales. ¿Cuántos ejemplos necesitan para convencerse de la irremediable cursilería de Once minutos? Podría usar un número mágico, de esos que les encantan a los autores de cuentos infantiles, siete, o tres. Para no exagerar, me voy a limitar a tres momentos:
1. La protagonista (prostituta brasileña que trabaja en Suiza, y la sola situación es ya de un sentimentalismo telenovelesco), se encuentra con un pintor joven que la invita a su casa. Ella observa que la casa es grande y está vacía. Entonces concluye: “Debía de tener dinero de verdad. Si estuviese casado no osaría hacer aquello porque siempre había gente mirando. Entonces era rico y soltero”.
2. En el final feliz de la novela este mismo pintor se le aparece a la muchacha con flores: “Ralf llevaba un ramo de rosas, y los ojos llenos de luz que ella había visto el primer día, cuando la pintaba”.

El rico y soltero que en la última página se aparece con un ramo de rosas y se lleva a la muchacha a conocer París es una situación tan perfectamente cursi que, por kitsch, creo que ni Corín Tellado se atrevería a ponerla en una fotonovela. Pero al promediar el libro hay otro momento todavía peor:
3. La prostituta le hace un regalo al pintor del que se empieza a enamorar. Abre el bolso y busca su bolígrafo. Dice: “Tiene un poco de mi sudor, de mi concentración, de mi voluntad, y ahora te lo entrego. (…) Tú tienes mi tesoro: el bolígrafo con el que he escrito algunos de mis sueños”.
Fuera de la ridiculez de la frase, que es única, hay algo todavía más perturbador: al leerla uno se imagina que el autor está copiando aquí su propia vida. Me parece ver la escena; el multimillonario que ha vendido 54 millones de ejemplares con tantas revelaciones de su estro poético, le muestra a una muchacha el objeto mágico (y fálico) con que la va a conquistar. Le dice, pensando ya en el colchón de la suite que los espera: “Te entrego mi tesoro: el bolígrafo con el que he escrito algunos de mis sueños”. Debe tener un bolígrafo para cada día, cada hotel y cada viaje. Y algo más triste: seguramente algunas víctimas, igual que miles de lectores, se dejarán conquistar con semejante frase y semejante halago. Claro que esto último es lo único que no puedo demostrar de todo lo que he dicho sobre Coelho en este artículo. Esta última situación tan sólo la supongo y es sólo una hipótesis sin fundamento, producto de una mente malpensada; todo lo demás lo he tomado directamente de sus libros.